En los últimos años, la popularidad de los vehículos eléctricos ha crecido exponencialmente. No solo representan una alternativa más ecológica y sostenible frente a los vehículos de combustión interna, sino que también ofrecen ventajas significativas en términos de eficiencia energética y costes operativos.
Un aspecto clave que diferencia a los vehículos eléctricos es el tipo de motor que utilizan. ¿Quieres saber más sobre los distintos tipos de motores eléctricos que existen y cómo estos influyen en el rendimiento de los vehículos? ¡Te lo explicamos!
Vehículos eléctricos a baterías (BEV)
Los Vehículos Eléctricos a Baterías (BEV) dominan el mercado en términos de transporte urbano. Son vehículos de cero emisiones utilizados tanto para el transporte de pasajeros como de cargas. Están diseñados para convertir la energía eléctrica en energía mecánica mediante campos magnéticos en las bobinas del motor.
Dependiendo del tipo de corriente aplicada, se distinguen motores de corriente continua (DC) y motores de corriente alterna (AC).
Gracias a los avances tecnológicos, la autonomía y las velocidades de carga de estos vehículos han mejorado considerablemente, haciéndolos ideales también para el transporte interurbano.
Motor de corriente alterna
Los motores de corriente alterna convierten la corriente alterna en energía mecánica. Son los más utilizados en el mercado, especialmente los motores síncronos, debido a su facilidad de uso e instalación, lo que se traduce en una mayor vida útil. Dentro de esta categoría encontramos:
Motores de inducción o asíncronos
Estos motores utilizan la inducción electromagnética para transformar la energía eléctrica en energía mecánica. El campo magnético en los motores asíncronos está ligeramente adelantado respecto al rotor, lo que permite un gran control de velocidad, mayor rendimiento y resistencia a la sobrecarga.
Son ideales para vehículos que buscan reducir ruido y vibraciones, con alta eficiencia y fiabilidad. Según la construcción del rotor, se pueden clasificar en:
- Rotor de jaula de ardilla.
- Rotor de herida o de anillo colector.
Según sus fases, los motores de inducción se clasifican en:
- Motor de inducción monofásico: transforma la energía eléctrica de una fase en energía mecánica.
- Motor de inducción trifásico: convierte la energía eléctrica trifásica en energía mecánica.
Motores síncronos
En los motores síncronos, el rotor y el campo magnético giran a la misma velocidad de manera sincronizada. Dentro de esta categoría encontramos:
- Motor síncrono de reluctancia conmutada o variable: estos motores tienen un rotor con partes metálicas donde la corriente se genera a través de las bobinas. Son económicos, generan menos vibraciones y son eficientes y fiables.
- Motor síncrono de imanes permanentes: dependiendo de la posición del campo magnético de inducción, se distinguen en flujo radial y flujo axial. Se utilizan frecuentemente en vehículos híbridos, son silenciosos, robustos, no requieren mantenimiento, y son muy eficientes a bajas revoluciones.
Motor de corriente continua
Los motores de corriente continua, aunque menos utilizados actualmente, convierten la energía eléctrica de DC en energía mecánica mediante un movimiento rotatorio. Los sistemas de carga de corriente continua son más grandes y costosos, pero permiten una carga más rápida.
Funcionamiento de un motor eléctrico
Un vehículo eléctrico se carga conectándolo a una toma de corriente, lo que permite almacenar energía en la batería. La carga puede ser lenta, semi-rápida o rápida. Al acelerar, la batería transforma la energía eléctrica en energía mecánica, proporcionando potencia al motor y creando movimiento.
Al desacelerar o frenar, el sistema eléctrico deja de enviar energía y el vehículo se mueve por la inercia de las ruedas. En el caso de los motores regenerativos, durante la desaceleración o frenado, el vehículo deja de gastar energía y comienza a generarla nuevamente.
Así, los diferentes tipos de motores eléctricos ofrecen una gran variedad de opciones y ventajas para los vehículos eléctricos, contribuyendo a su eficiencia, fiabilidad y sostenibilidad.