Aunque en los últimos años la tecnología de los vehículos eléctricos (VE) ha experimentado un rápido avance, dos de sus mayores desafíos siguen estando presentes: la autonomía limitada y la necesidad de una infraestructura de recarga extensa y rápida.
Afortunadamente, la innovación en el campo de la movilidad eléctrica no se detiene. Y uno de los desarrollos más prometedores para abordar estos obstáculos es la carga inalámbrica en ruta.
¿Te imaginas poder recargar un vehículo eléctrico mientras conduces, sin necesidad de hacer paradas largas o buscar una estación de carga? Esta posibilidad es cada vez más real gracias a la tecnología de carga dinámica o inalámbrica, que podría convertirse en un pilar fundamental para el futuro del transporte eléctrico. Pero, ¿Cómo funciona esta solución revolucionaria? ¿Qué impacto puede tener en la movilidad eléctrica? ¡Sigue leyendo!
¿Cómo funciona la carga inalámbrica en ruta?
La carga inalámbrica en ruta se basa en el principio de la inducción electromagnética, una tecnología que ya se utiliza en otros campos, como en la carga inalámbrica de dispositivos electrónicos. El proceso es sencillo en concepto, pero elaborado en su implementación.
- Infraestructura en la carretera: el primer paso para hacer posible la carga inalámbrica en ruta es la instalación de bobinas emisoras bajo el asfalto. Estas bobinas están conectadas a la red eléctrica y generan un campo electromagnético cuando se activan. Se pueden colocar estratégicamente en tramos de carreteras clave, como autovías o rutas urbanas con alto volumen de tráfico de vehículos eléctricos.
- Tecnología en el vehículo: por su parte, los vehículos eléctricos equipados para este sistema tienen bobinas receptoras en su parte inferior, diseñadas para capturar la energía transmitida por las bobinas emisoras en la carretera. Cuando el vehículo pasa sobre el tramo con bobinas emisoras, se establece una conexión inalámbrica entre ambos, y la energía se transfiere sin necesidad de cables o enchufes.
- Eficiencia y seguridad: la transferencia de energía es rápida y ocurre sin afectar a otros componentes electrónicos del vehículo. Además, las bobinas emisoras pueden activarse únicamente cuando detectan la presencia de un vehículo compatible, lo que maximiza la eficiencia energética y minimiza cualquier pérdida de electricidad. Algunas soluciones ya permiten que los vehículos recarguen hasta 50 km de autonomía en apenas 10 minutos, lo que resulta muy útil para flotas urbanas o conductores en rutas de larga distancia.
- Recarga dinámica en movimiento: el aspecto más interesante de esta tecnología es la carga dinámica, que permite que los vehículos se recarguen mientras se mueven a velocidades de hasta 130 km/h, sin necesidad de detenerse.
Ventajas de la carga dinámica para la movilidad eléctrica
Este tipo de tecnología tiene múltiples beneficios que podrían cambiar el panorama del transporte eléctrico:
- Reducción de los tiempos de parada: los conductores ya no tendrían que detenerse en estaciones de carga para recargar sus vehículos, lo que reduciría significativamente los tiempos de espera y mejoraría la eficiencia en viajes de larga distancia.
- Optimización de la infraestructura: la instalación de sistemas de carga inalámbrica en carreteras podría integrarse en la infraestructura existente, reduciendo el volumen de construcción de nuevas estaciones de carga y disminuyendo los costes operativos.
- Mayor autonomía efectiva: la carga dinámica permite que los vehículos mantengan sus baterías recargadas constantemente, eliminando una de las principales barreras actuales para la adopción masiva de vehículos eléctricos.
Impacto en la sostenibilidad y la economía
Lejos de beneficiar al transporte privado exclusivamente, esta tecnología también puede ser una herramienta clave para el transporte público y las flotas comerciales. Al permitir la recarga en movimiento, las flotas tienen la posibilidad de operar de manera continua, lo que aumentaría su eficiencia operativa y reduciría el impacto ambiental.
La carga inalámbrica en ruta ya es una realidad
Aunque la carga inalámbrica en ruta todavía está en fase de desarrollo en muchos lugares, actualmente ya existen proyectos piloto en diversas ciudades europeas, como es el caso de Zaragoza, con el proyecto INCIT-EV, y muestran un futuro prometedor. Esta tecnología, financiada por la Comisión Europea, ya ha demostrado ser capaz de proporcionar una solución eficiente para flotas urbanas, y se espera que continúe evolucionando para aplicaciones en vehículos privados y transporte de larga distancia.
Cada vez hay una mayor certeza de que la carga inalámbrica en ruta será un pilar fundamental en el futuro de la movilidad eléctrica, al ofrecer una solución innovadora y eficiente a los problemas actuales de autonomía y recarga. Con su capacidad para reducir tiempos de parada, mejorar la infraestructura existente y aumentar la autonomía de los vehículos eléctricos, esta tecnología tiene el potencial de transformar el sector del transporte y acercarnos a un futuro más sostenible.
